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¿Cómo cuidar mi piel sensible?

11 de diciembre, 2019 | Piel

En invierno, el frío y el viento pueden hacer que notes tu piel más áspera, tirante, o que se enrojece con más facilidad.

En este post hablamos de las causas y te damos recomendaciones para cuidar tu piel sensible.

Empezamos con su definición. Se define la piel sensible como:

Un síndrome que produce sensaciones desagradables de picor, ardor o dolor, en respuesta a estímulos que en una piel normal, no provocarían este tipo de sensaciones.

La piel puede tener un aspecto normal, pero a veces, aunque no siempre, presenta rojez.

Esta condición de la piel afecta a un 50% de la población femenina y a un 30% de la población masculina.

Los síntomas son subjetivos, es decir, los experimenta la persona que la padece y no son visibles para los demás. Sólo la rojez es un síntoma visible.

La piel sensible necesita un cuidado especial a base de fórmulas específicas que reparen la barrera e ingredientes activos anti-inflamatorios que ayuden a calmarla.

Es importante evitar ciertos ingredientes irritantes y alergénicos y cuidar la piel con fórmulas eficaces y testadas dermatológicamente en piel sensible.

¿Qué causa una piel sensible?

En los últimos años se ha avanzado mucho en el conocimiento de la piel sensible. Aún así, los mecanismos fisio-patológicos no están claramente definidos.

Los principales factores que pueden causar este tipo de piel son:

  • Disfunción en la barrera de la piel
  • Hiper-reactividad neurosensorial
  • Inflamación

Disfunción en la barrera de la piel

El estrato córneo, la capa más externa de nuestra piel, actúa como una barrera: evita que entren factores externos dañinos y limita la pérdida de agua y otros componentes esenciales de la piel. 

Estudios realizados en piel sensible, muestran evidencias de una barrera dañada, que permite que las células de la piel, las del sistema inmune y las terminaciones nerviosas, queden más expuestas a factores externos.

Así, un estímulo que en una piel normal no produciría ninguna sensación, como una ráfaga de viento, o un contraste de temperatura, en una piel sensible produce respuestas marcadas de dolor, picor o rojez.

La composición del estrato córneo, en concreto de la parte lipídica, aparece alterada.

Una de las maneras de cuidar la piel sensible con cosméticos, consiste en utilizar cremas ricas en lípidos para así reequilibrar la composición de lípidos de la piel.

Hiper-reactividad neurosensorial

La piel es un órgano sensorial. Presenta receptores térmicos, de presión o de vibración, para recoger información del medio externo.

Ya que los síntomas de la piel sensible son principalmente sensoriales, se ha investigado una posible alteración en las fibras nerviosas de la piel.

Parece que las fibras nerviosas intraepidérmicas están sobre-estimuladas y por eso las sensaciones de picor y ardor son más intensas.

Inflamación

Una barrera dañada aumenta la tasa de penetración percutánea, es decir, las sustancias externas entran en la piel dañada con mayor facilidad.

Las células de la piel, como mecanismo de defensa, reaccionan aumentando la síntesis de mediadores de la inflamación.

Se puede dar un efecto de círculo vicioso: al aumentar la inflamación, la barrera se daña aún más y las terminaciones nerviosas de la piel se estimulan más, aumentando las sensaciones desagradables de picor y ardor.

Una estrategia para cuidar la piel sensible consiste en aplicar productos formulados con activos que reducen la inflamación. Esto reducirá las sensaciones de ardor y picor y la presencia de rojez.

Desencadenantes de una piel sensible

Diversos factores pueden desencadenar los síntomas de una piel sensible. Se pueden dividir en cinco tipos de estímulos:

  1. Físicos
  2. Térmicos
  3. Químicos
  4. Hormonales
  5. Emocionales

El frío y el calor son estímulos térmicos y la luz ultravioleta y el viento son estímulos físicos.

Entre los estímulos químicos están el agua, el jabón, los detergentes, los cosméticos o los contaminantes. También el estrés, como factor emocional o el ciclo menstrual, como factor hormonal, pueden desencadenar reacciones de picor o ardor en este tipo de piel.

como cuidar piel sensible

¿Cómo tratar una piel sensible?

Es mejor que las pieles sensibles eviten componentes que pueden resultar irritantes, como el sodium laureth sulfate – ingrediente espumante en champús y geles – y utilicen alternativas más suaves, sin sulfatos.

Algunos glicoles, como el caprylyl glycol, con actividad solubilizante y conservante, pueden irritar las pieles sensibles. También se recomienda evitar cualquier ingrediente con potencial alergénico, como son el mentol o el benzyl alcohol.

Este último, un conservante muy utilizado en cosmética natural, es alergénico, por lo que es mejor evitar fórmulas que lo contengan.

Lo mismo para los aceites esenciales, al contener alergenos, como el citral o linalool, pueden sensibilizar una piel delicada.

Para asegurarnos de que un nuevo producto no nos provoca reacción en el rostro, es buena idea probar primero una pequeña cantidad en una zona como el antebrazo, y observar que no haya sensación de picor ni rojez.

Al presentar una barrera debilitada e inflamación, las personas con piel sensible no pueden utilizar cualquier tipo de cosmético.

Además de evitar los ingredientes mencionados arriba, conviene que los productos sean específicamente formulados para cuidar la piel sensible y testados también en este tipo de piel.

Serum para pieles sensibles

Nuestra fórmula específica de serum para pieles sensiblesS.O.S. Skin Calming Booster, contiene ingredientes calmantes, como el oleo-extracto de alcornoque orgánico.

Rico en triterpenos y polifenoles, el alcornoque reduce la producción de citocinas pro-inflamatorias como el TNF-α, que genera las rojeces y el disconfort característico de las pieles sensibles e hiper-reactivas.

Otro activo destacado es el aceite de Camelia Japónica, también conocida como la Rosa de Invierno. Ingrediente multi-función, ofrece una reparación intensa de la piel.

Su eficacia en reducir la pérdida de agua a través de la epidermis, está demostrada dermatológicamente.

Este precioso aceite se obtiene de las camelias procedentes de la isla de Jeju. Ha formado parte de los rituales de belleza de las mujeres japonesas y coreanas desde hace generaciones.

S.O.S. Skin Calming Booster ha sido específicamente diseñado para y testado en pieles sensibles, con resultados excelentes de tolerancia: 0% de irritación en pieles delicadas o con rosácea y dermatitis.

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